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Electrodomésticos baratos y potencia eléctrica
Adaptando la potencia eléctrica al uso que demos a los electrodomésticos, ahorramos y cuidamos el Medio Ambiente

La estética, la ergonomía, la sencillez de uso, el precio, la marca… A menudo nos fijamos en estas características cuando vamos a comprar un electrodoméstico. Valoramos cada una de ellas y si se adapta a nuestros gustos, estilos, presupuesto o uso, elegiremos en función de ellas. Sin embargo, caemos en el error de elegir siempre el de mayor potencia eléctrica. Y no son precisamente electrodomésticos baratos.

Habitualmente identificamos mayor potencia eléctrica con mejores prestaciones. Pero como en el resto de características de electrodomésticos, la potencia eléctrica es un criterio que hay que valorar en función de nuestras necesidades. Sobre todo si lo que vamos buscando son electrodomésticos baratos que nos den avío sin que ello repercuta demasiado en nuestros gastos.

Porque, entre otras cosas, mayor potencia eléctrica se traducirá también en un mayor consumo de electricidad y, por tanto, mayor gasto al mes en el hogar. Por eso, es importante pararse a pensar en qué voy a utilizar cada electrodoméstico y comprar cuya potencia eléctrica se adapte mejor a ese uso.

La potencia eléctrica óptima para mi batidora

Como ya hemos hecho anteriormente, debemos preguntarnos ¿para qué lo necesito? Repasemos nuestra libreta de recetas particular y qué uso le damos a la batidora. Si la utilizas para preparar batidos, purés, salsas, mayonesas y otros alimentos fáciles de mezclar, te bastará con una batidora de unos 400 vatios (20 euros) o incluso menos.

¿Puedo sustituir el horno por otros electrodomésticos baratos?

El horno es uno de los electrodomésticos que mayor potencia eléctrica requiere. En el promedio de los hogares el horno consume un 8,3% del total de la factura eléctrica. Sin embargo, el horno no tiene por qué ser un electrodoméstico imprescindible. Repasa tus hábitos alimenticios y comprueba cuántas recetas realizas usando el horno. Hay quien directamente opta por tener en la cocina sólo un microondas o mini hornos con unos 1000 vatios (20 euros) de potencia que suplen las pocas ocasiones en las que necesitan hornear.

Cocinar o comer fuera de casa

Al igual que con el horno, es bueno reflexionar si haremos un uso continuo y rentable de la cocina. Las vitrocerámicas han demostrado ser una opción más cómoda y limpia que los tradicionales hornilllos de gas. Sin embargo, puede ser un electrodoméstico poco útil para aquellas personas que vivan solas o cuyos hábitos incluya comer fuera de casa a menudo y viajar.

En estos casos, disponer de sólo una hornilla eléctrica auxiliar de 1500 vatios (20 euros) puede ser una buena idea. Conectarla sólo cuando sea necesario y mantenerla guardada a buen recaudo el resto de días que no la utilicemos. Incluso si no eres muy adicto a los guisos, puede que una plancha de asar de 2000 vatios (20 euros), como complemento al horno o mini horno, te sea suficiente. Ambas son dos opciones de electrodomésticos baratos y útiles para estas situaciones concretas de personas que no vayan a cocinar mucho o que habitualmente coman fuera de casa.

Recordemos, además, que las vitrocerámicas son uno de los electrodomésticos que más “consumo fantasma” tienen, es decir, consumen electricidad sin que esté en uso. El también conocido como “Stand by” es el responsable de entre un 10 y un 11 % del consumo eléctrico en el hogar medio.

Esperamos que te hayan servido estas breves recomendaciones sobre adecuar la potencia eléctrica de lo electrodomésticos a su uso. Pronto os ofreceremos nuevos artículos enfocados a ahorrar en el consumo de la luz que repercutirán directamente en tu bolsillo.

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